Memoria histórica y Territorios libres de violencia sexual desde la perspectiva de las Mujeres.

Esta estrategia se refiere a la recuperación de la Memoria Histórica desde las mujeres y feministas que históricamente han propuesto, construido y co creado diversas formas para liberarse de la violencia sexual, y en particular desde la recuperación de las sobrevivientes de violación sexual durante la guerra vivida en el país, ya que sus voces y miradas aportan la posibilidad de repensar Guatemala como una sociedad donde la guerra y la violación sexual nunca más se repitan, y donde sea posible construir nuevas relaciones basadas en libertad, justicia y respeto para las mujeres, la humanidad y todo lo que existe. Por ello la Colectiva y las sobrevivientes hablan de la memoria desde la fuerza, alegría y celebración de la vida y las posibilidades de reconstrucción individual y colectivamente.

Desde esta memoria recuperada  se intenciona la creación de condiciones de no repetición, entre ellas el fortalecimiento de las capacidades de las mujeres para construir y concretar mecanismos de justicia alternativos, que colocan la fuerza, autoridad y autonomía en ellas mismas para la reparación y dignificación personal y colectiva, y se cuestiona la necesidad de ser reparadas por el Estado, que históricamente ha mostrado su inoperancia para promover justicia desde esta visión de las mujeres, al contrario, reiteradamente su actuación es re victimizante, excluyente y tardía.

Ante este escenario, crear procesos de articulación en grupos y redes comunitarias de mujeres sobrevivientes, ha favorecido que los liderazgos individuales encuentren un cauce natural para ser ejercidos cuestionando formas patriarcales y racistas de poder, puesto que el espacio colectivo garantiza interacciones que van construyendo poderes colectivos que les permiten dignificarse ellas mismas mediante la contención, acompañamiento, actuación, afirmación de su verdad y la defensa entre mujeres. De esta manera las redes de mujeres logran ser consideradas como autoridades reconocidas y referentes para otras, para que su voz y su accionar tengan impacto social en sus territorios para la erradicación de la violación sexual y la guerra.