Zonas de placer o erógenas

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Son las zonas del cuerpo que por su sensibilidad provocan sensaciones de placer al ser estimuladas, lo que se debe a que en ellas se acumulan muchas terminaciones nerviosas.

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Son las zonas del cuerpo que por su sensibilidad provocan sensaciones de placer al ser estimuladas, lo que se debe a que en ellas se acumulan muchas terminaciones nerviosas. Cada persona desarrolla o tiene partes del cuerpo que le producen placer. Es importante el autoconocimiento corporal para saber qué partes son las que nos generan placer y el tipo e intensidad de caricias. Darse el tiempo para la autoexploración de las partes y caricias que provocan la satisfacción. Conocer lo que a cada una le gusta y le satisface y lo que no le gusta y le desgrada es necesario para cuando se tiene la posibilidad de realizar intercambios con otra persona, así será más fácil la exploración mutua.

Para conocer los puntos de placer se recomienda pensar que en general toda la piel puede constituirse en zona erógena. Se puede empezar acariciando las zonas más alejadas de la región genital: frotar el cabello, acariciar y besar el cuello, recorrer la espalda, los lóbulos o la parte posterior de las orejas; los pies, el hueco poplíteo, la parte interna de los muslos y brazos, el abdomen el entorno del ombligo y los laterales del tórax. Luego está la zona del suelo pélvico, en el que se ubica el clítoris, la vulva y la abertura vaginal, el periné y el ano.

El cuerpo produce una variante natural de la anfetamina, se llama feniletilamina (PEA) es la hormona del romance, porque alcanza sus niveles más elevados al principio de una nueva relación y durante el orgasmo, si hay niveles muy altos puede producir vértigo, excitación y llegar a estados psicóticos, si está muy baja produce depresión. La DHEA dehidroepiandrosterona es la hormona antienvejecimiento, y es la precursora de las hormonas sexuales, los niveles bajos se asocian a enfermedades crónicas y pérdida de materia ósea, y los niveles altos protegen el sistema inmunitario y reducir el colesterol, esta hormona aumenta con el orgasmo. La hormona vinculante es la oxitocina, se produce durante el parto, la lactancia y durante la estimulación de los pezones, favorece el contacto físico, los comportamientos afectuosos y la relajación, aumenta cuando se dan toques amorosos, estimulación genital y las relaciones coitales. Cuando el contacto físico se retira abruptamente, la piel siente hambre, se anhela al ser querido (Chia y Rachel Carlton, 2003, p. 116)

Las Tres aguas del placer

Los taoístas refieren que en la mujer hay tres aguas que manan de tres puertas relacionadas con tres estructuras anatómicas que en occidente se nombran como clítoris, punto G y la cerviz (Chia y Rachel Carlton, 2003, p. 216))

La primera puerta es el clítoris. Cuando se estimula puede provocar la efusión de un fluido que tiene distintos nombres: fuente, eyaculación femenina, squirt, amrita o néctar divino. Ese líquido puede ser de poca cantidad, como de una cucharita o llegar a ser el equivalente a una taza y suele ser claro y ligero. Este fluido puede surgir de la uretra o de los conductos de las glándulas parauretrales también denominadas vestibulares menores, uretrales o próstata femenina, sus conductos se encuentran a ambos lados, entre el meato uretral y el introito vaginal. Abrir esta puerta requiere de entre 30 segundos y 30 minutos de atención paciente y amorosa, permitiendo que se acumule el placer.

Segunda puerta: Las glándulas parauretrales son parte de la esponja uretral, un cojín de tejido esponjoso, que se encuentra entre el hueso púbico y la pared vaginal y rodea la uretra, está compuesta de tejido eréctil, que se hincha con sangre, contiene terminaciones sensibles que se pueden estimular a través de la pared frontal de la vagina, la estimulación de esta sección de la vagina puede causar orgasmos y también puede causar la emisión de armita. Los taoístas le llaman la segunda agua. Para abrir esta puerta es necesaria la relajación e intimidad emocional, para los taoístas este es un punto sagrado que puede inducir sentimientos de vulnerabilidad o ira. Si se hace con conciencia y energía cálida y amorosa del corazón, la activación de esta puerta puede producir sanación profunda, acompañado de la voz activa y el centro de la garganta ayuda abrir esta puerta ya que se encuentra vinculado al chakra sexual y se afectan mutuamente.

La tercera puerta es la zona erótica del fórnix anterior (AFE) está situada en lo profundo de la vagina, en el lado anterior de la cerviz. La estimulación del cérvix resulta placentera para algunas mujeres, mientras que para otras puede ser una experiencia dolorosa. Si es en una sesión de autocultivo y duele cuando se toca el cérvix, se sugiere hacer un reajustar del ángulo de penetración y así es posible que se encuentre un lugar placentero; nunca forzarse, detenerse y volver a intentarlo, si no se encuentra, no pasa nada, es posible que los lugares de placer estén en otra parte del cuerpo. Para encontrar los puntos de placer en compañía, se requiere que el vínculo con la persona sea de calidad, es decir, hablar, detener lo que esté sucediendo y cambiar de postura.

La estimulación de la cerviz y la zona que le rodea puede provocar la tercera agua. Se cree que las terceras aguas surgen de unas glándulas que hay dentro de la cerviz que segregan mucosidades regularmente, esta es la menos investigada y hay escasa información contrastada, se describe que el volumen es menor y el líquido es más denso y viscoso. En la tradición taoísta, el cérvix se asocia con el corazón, una estimulación directa puede producir una intensa apertura del corazón y se pueden tener sentimientos de amor y vulnerabilidad.

La fuente sucede cuando se da una conexión con la energía de la alegría o del amor y nos rendimos a sentir el éxtasis de esos instantes. Esta conexión puede producirse en momentos placenteros y alegres, no necesariamente erótico-sexuales, con penetración o sin penetración. También es posible que nos conectemos con esas energías, pero que el cuerpo no genere este tipo de fluido, ni en estas cantidades. Es importante recalcar que todos los cuerpos son únicos, con memorias y experiencias diferentes.

Todo contacto sexual puede ser significativo y profundo. No obstante, el taoísmo cree que la energía sexual es más estable y nutricia cuando se funde con la energía amorosa del corazón. La sexualidad taoísta permite llevar la energía sexual —sensible o de «copular»— de los genitales al corazón, donde puede alimentar al cuerpo y orientar hacia el crecimiento emocional y espiritual (Chia y Rachel Carlton, 2003, p. 68).

Visita nuestro mapa interactivo del cuerpo en el siguiente enlace…

Bibliografía

Chia, Mantak y Carlton Abrams, Rachel. (2003). La mujer multi-orgásmica. Cómo descubrir la plenitud de tu deseo, de tu placer y tu vitalidad. Madrid: Neo Person Ediciones.

 

 

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