Pensamiento, energía, cerebro y sistema nervioso

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Para los taoístas la energía sexual, es la energía vital y cualquier cosa que obstaculice el flujo de chi, impedirá la excitación.

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Para los taoístas la energía sexual, es la energía vital y cualquier cosa que obstaculice el flujo de chi, impedirá la excitación. Los traumas físicos y emocionales de nuestros órganos pueden producir tensiones en la zona pélvica y bloqueos en el flujo del chi. Es por eso que hay que hacer una valoración del contexto. Las preferencias sexuales están influidas por las experiencias pasadas, las relaciones, la cultura en la que vivimos y los patrones que se han establecido en nuestro cuerpo a nivel emocional, y bioquímico. Con la poca información y el exceso de desinformación que hay sobre el cuerpo, el sexo y cómo establecer relaciones sexoafectivas, nos encontramos con muchos equívocos sobre el modo correcto de relacionarnos con la dimensión sexual de nuestra vida. Cada persona es diferente y generalmente el entorno social no facilita que las personas podamos explorarnos y conocer nuestras particularidades, nuestros gustos. Mantak Chia y Rachel Carlton (1999) recomiendan tomarse un momento para establecer distintos aspectos de la vida sexual:

  • las características de la frecuencia sexual, si hay satisfacción, cuál es la pauta orgásmica, es decir si nunca se tiene o si se tiene si es una frecuencia con la que nos sentimos satisfechas;
  • La comodidad corporal, con la propia desnudez o con la de la persona que acompaña, con tocarse y acariciarse el cuerpo, la piel, los genitales, el autocultivo o masturbación, si es necesario desarrollar la capacidad de tocarse a nosotras mismas, o si se está en una relación en la que no se nos permite tomar iniciativa;
  • El pasado sexual, si venimos de una historia personal y familiar de control, violencia o libertad y disfrute sexual. Comprender las ideas del entorno político cultural en relación a lo que cada una siente y piensa, es lo que facilita que podamos identificar lo que podemos y queremos cambiar sobre lo que hacemos con nuestro cuerpo y nuestra sexualidad.
  • Si hay relación de pareja, se habla de la vida sexual; con qué frecuencia, está mediada por el miedo, el silencio, la confianza
  • La salud física y la alimentación, enfermedades, alteraciones hormonales o medicamentos, nos indican lo que hay que tomar en cuenta, en cuanto a mejorar alimentación, incorporar algún tipo de ejercicio y modificar la dosificación de medicina para vivir una vida sexual plena.

Las normas para una sexualidad satisfactoria y para crear un espacio seguro son: no criticar el propio cuerpo, afirmar sus bondades, no mantener un contacto sexual no deseado; y si se siente dolor o falta de sensación en los genitales durante el coito o el autocultivo, detenerse, cambiar de estímulo y reconectar consigo misma o con la pareja. 

El nervio pélvico inerva a la vagina y al útero. Cuando se realiza una histerectomía, a veces este nervio puede lesionarse y perder sensibilidad. Si eres apasionada de la bicicleta procura un asiento más ancho para que el asiento estrecho no comprima los nervios pudendos y las arterias que irrigan el clítoris, ya que al reducir el flujo sanguíneo también se puede reducir la sensación clitoridiana. El nervio pudendo inerva el clítoris, el músculo pubococcígeo, los labios internos, la piel del perineo y del ano.

El cerebro es el órgano responsable de transformar y proyectar nuestra energía hacia el mundo a través de las acciones. El cerebro no tiene la capacidad para generar y almacenar energía. Cuando dejamos la energía mucho tiempo en lo mental, en el cerebro, nos volvemos irritables. Los genitales son capaces de generar una enorme cantidad de energía sexual por lo que desde el taoísmo se sugiere que se movilice la energía aprendiendo a desarrollar la capacidad de llevar la energía hacia el abdomen en donde se encuentran los órganos que pueden almacenarla y liberarla cuando el cuerpo la necesita. Cerebro y hormonas responden de manera parecida a la realidad vivida y a la realidad imaginada.

Algunas de nuestras fantasías sexuales podrían sobrepasar los límites que nos hemos marcado. Muchas tememos que si pensamos en tener relaciones sexuales con una persona (o personas) prohibida, acabaremos haciéndolo. En realidad, ocurre justo lo contrario. Cuando reprimimos nuestra vida de fantasía y nos negamos a reconocerla, nuestras fantasías se fortalecen, y entonces no tenemos tanto control sobre ellas porque son inconscientes. Cuando exploramos nuestras fantasías, accedemos a la energía sexual que contienen y las hacemos conscientes, incrementando así nuestra capacidad de decisión. (Chia y Rachel Carlton, 2003, p. 66)

Visita nuestro mapa interactivo del cuerpo en el siguiente enlace…

Bibliografía

Chia, Mantak y Carlton Abrams, Rachel. (2003). La mujer multi-orgásmica. Cómo descubrir la plenitud de tu deseo, de tu placer y tu vitalidad. Madrid: Neo Person Ediciones.

 

 

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